jueves, 29 de noviembre de 2012

Tu abisal mirada



















En las profundas entrañas
de la sangre de la tierra
los colores tornan negros.
No se sabe lo que encierran,
quizá fósiles vivientes,
quizá una ciudad perdida,
hay demasiados misterios
en la nada sumergida.
Y así, siento que en tus ojos
súbito este abismo brota,
y ahogándose palabras
noto que mi mente flota.
Es cómodo, inexplicable,
suspenderse en el vacío
de este negro tan profundo
de tus ojos y los míos.
Y son tantos los secretos
escondidos en el mar,
que sin verse están ahí,
pues habrá que bucear...
Bucear en tu mirada,
sumergirme en tus pupilas,
dejar atrás la córnea,
llegar al abismo que hilas
con ocultos sentimientos
que forman esta marea,
oscura y desconocida,
donde escondes qué deseas.

Quiero, deseo perderme
en tus más hondas entrañas
sin saber a dónde llegan.
Eso sí... tú me acompañas.
























Rafael Eduardo

sábado, 24 de noviembre de 2012

Un grito ahogado.





Un grito ahogado nos hizo escapar de quienes espían.
Llévame lejos de sus ropas y castidad.
Ya cicatrizaron aquellas heridas.
Quiero vestir mi piel y prestarte mis ganas lejos del mundo.
No temo nada si no cesas tus caricias.
Mi deseo no se apaga y el tuyo quizás lo eche en falta.
Sigue meciéndome en sueños con tu cuerpo.
No quise despertarte nunca y haré que tu sueño continúe.
Yo seguiré despertando agitada a tu lado, pero siempre en silencio.



Ana Pecado


viernes, 16 de noviembre de 2012

¡Qué raro está el cielo cuando está verde!



Además, no entiendo que les pasa a los gatos cuando van por la calle andando a dos patas. 
¿Lo hacen porque se creen mejores que el resto?
¿Y no te has fijado? Los abuelos y abuelas nos tienen engañados.
Fingen. La tensión y el azúcar son enfermedades inventadas, en realidad son una patraña para pasar el día sin hacer nada. Así tienen una chacha para que les limpie y haga de comer, son muy listos.
Bueno, y el machismo... otra invención. 
En realidad los hombres siempre han sabido que la mujer es superior, o eso creen ellos, pobres. 
Siempre tan sumisos...
¡¡¡QUE COSAS!!!
Y pobre de ti que seguramente ni te habías enterado de estas cosas.
Pero claro.. eres un hombre.
Mira, nosotras las mujeres queremos cuidar de ti, así que lo mejor para no pasar malos ratos es que solo pienses en el sexo y en darnos mucho placer siempre.
De esa forma no tendrás más preocupaciones.
Tu sólo acarícianos siempre que puedas, y con nuestro permiso, por supuesto, todo el cuerpo.
Haznos un traje de saliva, cuando la ocasión lo requiera.
Cuando sepas que el grado de humedad aumenta más de lo normal, pues nos tocas el cuerpo como si llevases años sin ver ni tocar a una mujer, que nunca viene mal. 
Finges que se te agita la respiración. ¡Y si nos empotras contra la puerta mejor, que suena fuerte!
Ahora descansa y no te preocupes por nada más cariño.
Deja que nosotras pensemos por ti.



De alguna forma había que remontar.


Ana Pecado


domingo, 11 de noviembre de 2012

Y ni sabrás que va por ti


Entre el humo de un cigarro
como el barro te consumes
ante un agua que es un llanto,
y así de lunes a lunes.

     Las estrellas de tu cielo
     ya dejaron de brillar.
     Tu amor fue como un destello:
     impactante, mas fugaz.

          Malherido y derrotado
          entre esencia gaseosa...
          ¡es el humo puro llanto
          que cambió ojos por tu boca!

               Que los besos fueron sueños,
               muy dulces mientras se tienen,
               pero en cuanto estás despierto
               la realidad te hiere.

          Quizá por eso prefieras,
          como tantos, evitar
          el mundo que te rodea,
          ¡con el que te estrellarás!

     Y ya fluctúa sinuoso
     e intocable el dragón gris,
     causándote mil destrozos
     sin que brote el carmesí.

A mí me parecen gritos
condensados en el aire
que atraviesan triste filtro
en vez de cuerdas vocales.

     Son estos gritos de auxilio
     rotos en notas inertes,
     danzan en aires con vicio
     y llorando a mares siempre.

          Tan espeso y tan ligero
          como amor y odio tal vez.
          Irregular alza el vuelo
           para hacerte perecer.





Rafael Eduardo

martes, 6 de noviembre de 2012

Todo sigue igual menos...







Si miro tras el cristal, lo siento.
Me veo reflejada en el espejo y lo veo.
Escucho sonrisas, veo sonrisas.
Escribo e imagino la melodía de mis palabras.
Cada mañana me despierta la misma banda sonora y me encanta.

Puedo pensar con claridad.
Y sé que ahora imaginas mi sonrisa.
No te preguntes por qué, no es necesario.
Sólo busca sentirlo, verlo, imaginarlo, escucharlo.

Despierta, yo ya salgo del sueño.
Quien sabe... A lo mejor incluso es real.



Ana Pecado