domingo, 29 de diciembre de 2013

A veces


Me rodeo de fuerzas imposibles y ellas me hacen fuerte.

Desde entonces se me rebelan las olas del mar,

se cela el viento que con su látigo llora mi oído

y yo sonrío a mis pasos que no saben a donde van.


domingo, 22 de diciembre de 2013

Deforme

Te levantas. Te vistes con frío.
Deseas regresar al calor de las mantas
que tú solo calientas.
Bajas las escaleras.
Princesa llora, la hija puta siempre está llorando. La quiero mucho. A su mamá también.
Desayunas un plato de macarrones, un cuenco de puchero o la comida china que sobró de anoche.
Te cepillas.
Te pones los guantes para proteger tus manos. Mierda de sabañones.
Esto no es poesía.
Sales de casa. Hace frío. Corres un poco porque ves que vas a perder el bus.
Lo alcanzas. Subes. Pagas.
Te agrada que haga calor adentro. Miras un par de caras que conoces.
Te sientas con alguien que tenga conversación.  A mí a veces me cuesta.
Si no hablas, escuchas música y te quedas dormido.
Llegas. Bajas. Haces tiempo porque tu primera clase empieza a las nueve. Mierda de clase.
Esto no es poesía.
Sientas el culo en la silla de contrachapado. Apenas atiendes. Al menos se está calentito.
Quiero aprobar...
Si es lunes, martes o jueves, ves a la chica con los ojos bonitos. No creo que se lo diga nunca.
Acaban las clases. Hablas si hay alguien que tenga conversación. Joder cómo me cuesta a veces.
O lees. O escribes.
Vuelves a tomar el autobús. Lo mismo que por la mañana.
Llegas a casa. Comes. Pierdes el tiempo. Estudias un poco.
Sientes que falta algo.
Sabes que falta algo.
Ya es de noche. Odio que anochezca tan temprano.
Te duchas. Cenas. Te acuestas. Duermes.
Y sueñas con que la encuentras.

Rafael Eduardo